martes, 12 de mayo de 2015

Comprender

Entenderé siempre que la gente no actúe para mí, como yo actúo con ellos. Yo soy yo, los demás...Son los demás (por mucho que les aprecie).
Siempre entenderé, que mi manera de actuar no siempre es la correcta a ojos de otras personas, pero es con la que mejor me siento yo. Y eso me basta. Nadie morirá por mí el día que me llegue la hora y por supuesto, nadie lidiará con las decisiones que yo tome - sean para bien o para mal-. Es por eso que siempre trataré de hacer lo correcto a mis ojos, sin hacerle daño a los demás, o al menos tratando de no hacerlo, porque si lo hago, no es de manera consciente.
Siempre entenderé, que mi verdad no sea la universal, porque no lo es, mi verdad, es la verdad que a mí me sirve, y con la que a día de hoy he visto, que me siento mejor para conmigo misma.
Y jamás diré cosas como "estás equivocado", "eso no es verdad" o "piensas mal". Porque puedo no compartir una idea, pero la respeto, y que yo sea feliz de una manera no significa que todos vayamos a ser felices de la misma forma.

Siempre preguntaré cómo están los demás, porque me interesa de verdad saberlo, porque me preocupo... Aunque entienda que a muchos de los que les pregunto ni siquiera saben cómo estoy yo -y tampoco les interesa-, cosa que agradezco en el alma: Que no pregunten por el simple hecho de "quedar bien" o "es que tengo que hacerlo". No por nada, sino porque es un poco...triste, ver cómo algunos encima se creen que ha colado el "que bueno soy, y que "honorable honor" te he concedido al honrarte con mi pregunta - aunque me importe tres pepinos la respuesta-, de "¿Cómo estás?" y mi presencia, por supuesto".
Pero para cuando me notes más distante, que mis palabras ya no son las mismas, que mis conversaciones ya no son las de antes o que incluso... he dejado de "estar tanto por tu vida", quisieras que te tomaras tu unos minutos para saber, que ahora es tu turno de entender:
Que, aunque sea por mi forma de ser, mi manera desinteresada de ver las cosas y la vida, y lo haga con el corazón y porque me nace, también tengo derecho a cansarme y no recibir lo mismo que yo doy... Y es en esos momentos cuando te das cuentas de que nadie debe mendigar nada y todo lo que te den y te ofrezcan, que lo hagan recíprocamente con el alma. Porque nace de dentro aquello que te ofrecen, y esas suelen ser las cosas que de verdad se notan. Cuando es de verdad, y cuando no.
Porque ser grande no es cuestión de tamaño, sino de actitud y debemos recordar que nunca tenemos que pedir más de lo que damos...Pero también tenemos que ser conscientes de no aceptar menos de lo que nos podamos llegar a merecer.



Besos y Abrazos Lunáticos 


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