viernes, 26 de junio de 2015

El mundo debería de ser de los niños


Hay muchos niños que son todo un ejemplo a seguir.
Muchos niños que piensan y sienten más y mejor que un adulto, además de los valores, principios y educación que les den sus padres, es increíble como siendo algunos tan pequeños tienen esa capacidad de empatizar con las personas, cosas que otros siendo mucho mayores, no tienen.

Para mi, la figura de un niño, un buen niño como el ejemplo que quiero mostraros, es lo más pulcro, sincero y vulnerable al mismo tiempo que dulce y tierno. Son el claro ejemplo que, si todo sale bien, la fe en la humanidad - al menos la mía-, puede ir siendo restaurada poquito a poco.


Este pequeño de 6 años se llama Christian McPhilamy, él demuestra claramente eso que afirmaba no hace mucho de que una cosa son tus circunstancias, las cuáles solo las sabes tu y al resto no tienes que demostrarle nada.
¿Por qué digo esto?
Muy sencillo, él decidió dejarse el pelo largo durante al menos dos años y medio, quería que le creciera lo suficiente para poder donarlo a niños que eran tratados con cáncer para la realización de futuras pelucas.

Durante ese tiempo fue lo que se considera como un "objeto fijo" de todas las burlas, burlas que no solamente tenía que soportar en el colegio, sino que además también muchos de los adultos de su entorno le hacían, diciendo cosas como que parecía una niña, por ejemplo.

Él afirma con orgullo, que es cierto que muchos de estos comentarios no le hacían sentirse especialmente bien, pero que en ningún momento pensó en desistir porque su objetivo estaba claro: "Yo sólo quería donarle el pelo a quien lo necesitase".

Y es que sus padres basan la educación de Christian en que siempre sepa que "no sólo se trata de ti"

Por eso, cuando el pelo del pequeño fue lo suficientemente largo (30 centímetros), fue dividido en cuatro partes.




Y sus propios padres se lo cortaron, atando bien el pelo con gomas para poder entregarlo en perfectas condiciones para realizar la donación.



Los niños son el reflejo de la bondad olvidada de los adultos.


¡Nunca Perdáis vuestra bondad! Si dudáis de ella, intentar retomarla, intentar volver a tenerla y si la habéis perdido...Jugar a encontrarla, pero encontrarla de verdad... Porque actos como este, aunque solamente sea uno...Vale la más bonitas de todas las alegrías.


Besos y Abrazos Lunáticos 

Namasté 


PD: ¿Cómo os encontráis?

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