viernes, 20 de marzo de 2015

Presentación

Hola, muy buenas a todos.
Como siempre he dicho (y aquellos que me conocen lo saben de sobra),  no soy muy amiga de las presentaciones.
Sé lo que más de uno estará pensando: ¡Pues vaya manera de vender lo que vas a escribir!
Pues sí.
Ni más ni menos.

No soy buena presentando. Es por eso quizás por lo que al comienzo de algo siempre acabo liándome de mala manera para decir aquello que realmente quiero decir.
Pero si os sirve de consuelo empezaré diciendo que todo comienzo es porque ha habido un final.
Un final en algo, en una etapa ya sea personal, profesional, emocional, energética etc. Y muchas personas se paran en ese momento y lloran por ese final.
Yo no.
He decidido que a lo largo de mi camino ya he tenido demasiadas lágrimas como para seguir viendo, nadando y viviendo entre ellas.
Vale, no estoy bien como yo quisiera, pero ¡oye! Tampoco me encuentro tan mal como desearían muchos que estuviera, y aquí es donde está el punto de la cuestión.
Tenemos que ser racionales con nosotros mismos y pararnos a pensar que las cosas pueden ser del color que nosotros creamos o queramos que sean. Es por eso que podemos ver los finales, como simplemente eso: Finales, o bien verlos como comienzo de algo nuevo.

Por llorar, patalear o enfadarnos no vamos a conseguir que las cosas lleguen antes a nosotros, no vamos a enmendar un error que hayamos cometido en el pasado, pero tenemos toda la vida por delante para corregir aquello que nos hace daño o ha podido hacer daño a otros. Optando en primer lugar, por no hacernos daño a nosotros mismos con según qué pensamientos y segundo... No tratando a los demás como no quisiéramos que nos trataran a nosotros.

Es más ¿Qué sacamos con esa actitud?
Nada. Es así de sencillo. No sacamos nada, porque de esas formas no se va a ninguna parte y una situación determinada es la que es. Punto.
Sólo depende de tu aptitud y actitud para llevar de una manera u otra lo que la hará buena (o al menos más llevadera), o mala dicha situación.

¿Que a mi no me tratan igual que yo trato?
Bueno, es posible, pero ese problema ya no es mío y hace también demasiado tiempo decidí que de los únicos problemas que me encargaría...Sería de los míos, que no son pocos precisamente.


No os equivoquéis, no vengo a darle lecciones de vida -ni de moral-, a nadie, puesto que yo no soy nadie para eso, sobre todo porque os aseguro que esta que aquí escribe tiene demasiado por aprender en la vida -quizás más que nadie-, y así como también es muy probable que haya cometido más errores que muchas personas.
Sólo vengo a exponer mis sentimientos, a dejarlos salir libremente en determinadas horas de la madrugada.
Esas horas en las que tu cabeza parece que, aún muerto de sueño el cuerpo, ella sigue trabajando y no te permite darle descanso.
Ya sabemos...Esas horas en la madrugada, en el silencio de esa habitación contigo mismo es cuando más eco hacen las palabras que no han salido de tu boca y se han quedado allí...Entre la Luna y el Alma (y lo más probable es que también haya sido testigo la almohada).

Pero, eso sí, tenéis que tener en cuenta que si venís buscando algo normal, típico y "lo que se lleva ahora", aquí no lo encontraréis.
(Diría lo siento, pero sería mentira)

Sólo espero que los que me leáis, los que os quedéis por este pequeño rincón, lo hagáis con el mayor de los gustos, con la mayor de las certezas que, aquí, lo que digáis, aquí se queda, donde podréis desahogaros, opinar, y decir lo que vosotros queráis -eso sí, sin ofensas ninguna, puesto que cualquier comentario ofensivo, vengan de quién vengan serán borrados de manera automática-, y en definitiva... Que se sienta a gusto.

Por eso...Hablando de sentarse...Id cogiendo sitio por el lugar que creáis más apropiado para vosotros en esta estancia, porque seréis bien acogidos.


Besos y Abrazos Lunáticos.

2 comentarios:

  1. a la luna le contaría monton de cosas a ti te digo que chapeu por la entrada y que me pido el sitio de atrás del todo que yo siempre he sido timido y ahí estoy mejor escondido :D:D:D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que la luna es como ese confidente, que te mira a los ojos y sabes desde ese mismo instante, que puedes confiarle cualquier tipo de secreto.
      Muchísimas Gracias, me alegro mucho que te haya gustado.

      Tu ponte cómodo, las mantas para el frío, las estufas, más sillones, cojines, café o leche etc. corren de mi cuenta para ti y para todos los que gusten quedarse por aquí.

      P: Al fondo nos acabaremos sentando unos cuanto, seguro.

      Eliminar

¿Y tú? ¿Qué le contarías a la Luna...?

Gracias Luna

  Este texto fue escrito el 21 de mayo de 2021, hoy, lo comparto también por aquí con todos vosotros y vosotras, para que se siga haciendo m...