martes, 7 de abril de 2015

Son curiosas las ironías de la vida: El que está bien dice que esta mal para llamar la atención y el que está mal no dice nada para no llamarla...




Es curioso como a veces las personas son de mentes tan fáciles.
O no.
A lo largo de mi vida me he ido dando cuenta de muchas cosas, una de ellas es que a veces la gente solamente entiende lo que quiere entender.
Y aquí no es necesario que hagas méritos propios. Es decir, no es necesario que hagas algo concreto, no es necesario tampoco que digas algo o que hagas alguna de las dos cosas.

Yo no sé si a veces es que no se dan cuenta de determinadas cosas, o es que viven felices haciéndose los tontos.
Porque sinceramente... Hay ocasiones en las que lo más inteligente...Sinceramente, es hacerse el tonto.
Otros abusan de este "hacer".

Hoy en día nadie ya se dedica a mirar tus ojos.
Asimilan conceptos tan sumamente ilógicos como que: Si te ríes es que estás feliz, no tienes ningún problema, o estás pasando de todo.

Parece que no entienden ciertas cosas, como que a veces la sonrisa es la única arma que tenemos para luchar contra aquello que nos duele, la risa, contra aquello que más nos hace daño, pero en ocasiones,  en ningún momento significa que estemos bien.
Ni que seamos pasotas.
A veces sólo necesitamos de más tiempo para decir realmente qué nos ocurre o qué nos pasa.
(Aunque esas personas sean las primeras en estar cuando a otros les falla las personas qué sí quieren que estén ahí realmente, y sean las primeras en levantarte del suelo, y sean las primeras en hacerte reír por muy jodidos que estén ellos mismos...Y así puedo seguir.)

Hoy en día... Tampoco se dedican a empatizar, ni a ver cuánta verdad hay detrás de tus palabras. No porque vayas a mentir...Sino porque a veces te sientes tan mal o te han hecho sentir tan mal cuando has estado en una situación parecida, que las acabas evitando.
Acabas evitando hablar de tus emociones, de tus pensamientos, de lo que quieres o de cómo te sientes.
Porque piensas:
Las voy a decir...
Voy a decir cómo estoy y...
"Una de dos", o no les va a interesar lo que les estoy contando o, ya tienen suficiente con sus cosas, o se van a enfadar, o les voy a aburrir o...Se van a acabar marchando porque siempre esté contando determinadas cosas.

Y eso no es así.

Porque aquél que ve el dolor en tus ojos detrás de esa enorme y luminiscente sonrisa que muestras a los demás e identifica tus estados de ánimo - más o menos aunque sea-, detrás de tus respuestas evasivas a un "¿Cómo estás?"

Esas, son las personas que tienen que permanecer en tu vida, esas son las personas que merecen el respeto, el cariño y la nobleza que puedas ser capaz de darles... Porque esa es la gente que ya no abunda: La de verdad.

Así que si tienes la enorme suerte de contar con algunos en tu vida, atesóralos en paños de oro en ese rincón entre el corazón y el alma.
Porque son las personas que van a seguir viéndote cuando los demás vuelvan a dejar de percibirte siquiera.

A veces la persona que más hace reír es la que más necesita una sonrisa.


Besos y Abrazos Lunáticos 

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