Se quedó observando la lejanía desde donde partía el arrullo con el que se mecía aquel precioso sonido del agua. incluso cuando comenzó a llover y oscurecerse, se quedó allí... Mirando el mar.
Comenzó a llorar, con la firme seguridad que, sus lágrimas jamás serían descubiertas, pues allí, en soledad frente a ese precioso y abismal océano y con el aguacero besándole la piel... sus lágrimas podrían pasar desapercibidas, como un ladrón haciendo su mejor "escabechina".
Se rebuscó en el bolsillo un arrugado papel y volvió a leer gracias a la luz de Selene, aquellos mismos versos, que de tanto releerlos una y otra vez, se los había acabado aprendiendo.
Y si te vas,
No lo dudes jamás,
Mi corazón también se marchará,
En busca de las vetas
Que van dejando tus huellas,
Al caminar.
Y si te vas,
Recuerda que una parte de mi,
También se irá contigo,
Porque sin ti,
Soy como ese sonoro eco,
Lleno de vacío.
Pero, y sobre todo...
Si soy yo quién se marcha...
No lo dudes ni un momento...
Y ve a buscarme,
Allí donde el agua bese,
dulce, muy dulce...Las lágrimas.
Si yo me voy,
Y todo se acaba...
Ve a buscarme al mar.
Desde allí, en calma...
Te aseguro, que por siempre...
Oirás mi alma.
Besos y Abrazos Lunáticos ☾
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Y tú? ¿Qué le contarías a la Luna...?